El Smilodon, o tigre dientes de sable, era el depredador más feroz de la megafauna. Aunque está emparentado con los félidos modernos, no era un tigre, como generalmente se asume. Era más robusto, con patas traseras cortas y una cola reducida, por lo que los paleontólogos piensan que no perseguía a sus presas, sino que las cazaba al acecho. Sus dientes medían más de 15 cm y, junto con sus garras y sus poderosas patas delanteras, eran sus armas de caza más eficaces. La dentadura estaba reducida al mínimo indispensable para apuñalar, desgarrar y cortar. La especie de América del Sur: Smilodon populator era la de mayor tamaño, y su masa probablemente alcanzaba unos 400 kg (casi el doble de la de un león adulto moderno). Su nombre significa, literalmente, “Dientes de sable”.